Hidratación:
La mejor bebida que puedes brindar a tus hijos es el agua. Los niños normalmente no se sienten deshidratados hasta que tienen sed, es por eso que el agua es un elemento esencial en su lonchera. Además de esta puedes incluir un lácteo como parte de su refrigerio. Esto ayudará a que tus hijos obtengan nutrientes importantes como calcio, vitamina D y proteínas.
Alimentos:
Escoge cereales integrales, ya que estos ayudan a mantener la sensación de saciedad por un tiempo prolongado y aportan energía a su alimentación.
Puedes añadir a su lonchera una proteína baja en grasa como pollo desmenuzado, jamón bajo en grasa o también queso fresco.
Las frutas y vegetales son una buena opción para una lonchera ya que son fáciles de llevar, tienen un sabor agradable para los niños y no requieren de mucha preparación.
La Lonchera debe tener una proteína, un lácteo, una fruta o verdura y agua.
Si envías a tus hijos fruta, no te olvides de variarla. Tus niños pueden perder el gusto a ciertas frutas si las ven en su lonchera todos los días.
Elabora una lista de los alimentos que le gustan a tu niño de cada grupo alimenticio, así podrás elaborar su lonchera con mayor facilidad.
Puedes programar las loncheras que le enviarás a tu niño durante la semana, esto te ayudará a ahorrar tiempo ya que puedes ir preparándolos antes, por ejemplo, puedes cortar frutas o verduras el día anterior en un envase para no tener que hacerlo en la mañana.
Una lonchera debe ser variada, permite que tu imaginación vuele. De esta manera los niños aprenderán a comer de todo y disfrutarán su refrigerio.