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Historia Fulgencio
EL CACAO, MI VIDA, MI PASIÓN
Hola soy Fulgencio, mi pasión por el cacao y la agricultura empieza desde muy pequeño:
Entré al mundo del cacao por mis padres, nosotros teníamos unas pequeñas plantaciones en nuestro terreno en la Parroquia de San Plácido en Manabí. Allí vivía con mi familia, son unos campos muy bellos, muy elegantes, donde todavía se respira aire puro.
Mis papás nos enseñaron a mí y a mis hermanos a trabajar el campo, nos hacían sembrar y cultivar. Teníamos que ir a cosechar el cacao y ponerlo a secar. Así nació mi amor por la agricultura y el amor al trabajo.
En mi familia hemos seguido el mismo camino, inculcando y enseñando a nuestros hijos el amor a nuestro campo, porque la agricultura es lo que nos ha dado un mejor futuro.
El cacao es lo nuestro, es lo que nos da de comer, por eso nos esforzamos en producir un cacao de calidad. Y gracias al Plan Cacao de Nestlé, seguimos cultivando mejores plantaciones cada día.
LOS EFECTOS DE PLAN CACAO
Nestlé siempre ha tenido mucha confianza en nosotros. Hemos recibido capacitaciones y herramientas de trabajo para mejorar nuestra producción.
Hoy por hoy, la forma de producir cacao ha cambiado totalmente. Con el programa, hemos aprendido y conocido cómo es el manejo del cacao desde la siembra hasta la cosecha: cómo debe de plantarse, secarse y fermentarse. En fin, todo lo que debemos hacer para obtener el mejor fruto.
Incluso, gracias a todo ese apoyo y el entrenamiento, formamos un grupo de emprendimiento de mujeres. Este grupo le está dando un valor agregado a nuestro negocio, ya que ahora también producimos manjares, trufas y diferentes dulces derivados de nuestra cosecha.
Con el Plan Cacao nos han dado la mano para trabajar mejor nuestra tierra. Por eso, nosotros somos recíprocos y devolvemos lo que nos dan, con un producto de calidad, bien trabajado y cuidado.
Historia Christian
LA AGRICULTURA Y EL CAMPO SON PARTE DE MÍ
Una vez leí una frase que decía: “Ingeniería Agrícola y Biológica, la carrera del futuro”. Desde entonces, entendí que el factor fundamental para que una sociedad pueda sobrevivir es a través del campo. Por eso, me hice ingeniero.
Yo nací en la península de Santa Elena, en La Libertad. Siempre me gustó ir a Manabí, porque la familia de mi padre es de Portoviejo, Chone y de Calceta. Y cuando viajaba a la zona de Calceta, podía ver de cerca la agricultura. Me gustaba mucho mirar cómo la gente producía en su tierra.
Entonces me propuse ayudar a los agricultores, porque para mí ellos son la parte más sacrificada del proceso, es un grupo que no ha sido tan valorado en el pasado, pero nosotros estamos cambiando eso.
El agricultor es el primer eslabón de la cadena y es el que realmente requiere la ayuda de toda la empresa, de todos los profesionales, para que puedan mejorar la
Empecé trabajando en un laboratorio de producción de plantas meristemáticas de banano y después de casi de dos años me metí al tema del café. Después de un tiempo fue cuando entré a trabajar en Nestlé empresa socialmente responsable.
SER PARTE DE NESTLÉ
Al poco tiempo de ingresar a la empresa, me uní al Plan Cacao, y desde ahí empecé a cogerle un cariño muy especial al agricultor cacaotero. Porque detrás de cada barra de chocolate que se produce en Nestlé, hay un agricultor que ha sido beneficiado y una familia o una comunidad que ha mejorado su calidad de vida, y ahí se ve el impacto positivo del programa.
Recuerdo hace 4 años que el primer sector que me dio la oportunidad para seguir fortaleciendo esta iniciativa fue la corporación de San Plácido: ahí conocí a Don Fulgencio. Nuestra amistad fue inmediata, principalmente porque mi esposa y mis hijos son de Manabí. Sentí un gran afecto al volver a la tierra de mi padre y poder trabajar con la primera comunidad cacaotera.
LO QUE SIGNIFICA PLAN CACAO
Para nosotros, trabajar en el Plan Cacao es un reto desafiante. Cada año implementamos nuevos proyectos, nuevas escuelas de campo y con eso ayudamos al agricultor.
Hay un grupo de cacaoteros con los que hemos trabajamos desde hace muchos años y hemos construido una relación de confianza, de amistad que se ha ido consolidando con el transcurso del tiempo. Fulgencio es un ejemplo de ello.
Y eso solo lo hemos podido lograr, porque ellos ven en nosotros un aliado, un profesional, un representante en quien confiar. Queremos que ellos ganen en el campo, aprendiendo y capacitándose y al mismo tiempo nosotros ganamos ayudando a la sociedad produciendo alimentos de mejor calidad.